Volverá el campesino a echar su semilla al viento. La semilla que guarda tanto en su secreto. Se abrirá paso en tierra, al principio, lentamente, con el ritmo lento de los buques de carga.
Es la semilla de mi campo, exhausta de fecundidad, preñada de vida, que lleva ruido en su interior.
Al tiempo, el rumor de la mies que crece se abrirá paso por entre caminos y se volverá un ruido que llena el cielo vacío y luego, un sonido grave que se expande en alrededores.
Mostrando entradas con la etiqueta campo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta campo. Mostrar todas las entradas
miércoles, 3 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
-
Alguien dijo que con lo que le enseñan a uno de poesía en los colegios, es un milagro que uno no la odie. Luego, terminamos buscando a los b...
-
Estos son de Barranquilla, Colombia, lo que indica que andan por todo el mundo. He tenido el privilegio de oirles personalmente.
-
La gracia permite cosas que parecen casuales. Leyendo a Rut, descubro que nada es casual. Ni el giro del viento, ni un tropezón, ni la marip...