viernes, 25 de diciembre de 2009

Una Navidad necesaria



Ninguna palabra es de desecharse, de aquéllas que escucharon unos pastores de boca de los ángeles, la noche de la primera navidad; y, casualmente, son las que deben oír todos en Colombia:
-No teman- !!Que terapia tan angelical!! El temor ha sido un gigante que ha pisoteado a nuestra nación. Desde el temor a qué comeré mañana o quien nos gobernará después, hasta el miedo atómico del periodista que no escribe siempre para sus aliados y teme por su vida y familia, porque fuerzas siniestras quieren silenciarlo. Desde el temor de nuestros jóvenes sin oportunidades, de la madre soltera y el obrero que no sabe como alimentará tantas bocas, hasta el miedo del campesino desplazado, despojado y violado. !!Que bien cae el NO TEMAN!! de aquélla primera navidad.
--He aquí les doy buenas nuevas- Estos ángeles, sin dudas debían trabajar en el mejor diario. Solo sabían dar buenas noticias y estaban chiviando al resto de medios. Los pastores no dormían tratando de proteger sus pocas ovejas de los ladrones; sin duda, las noticias de asaltos y asesinatos de colegas suyos habían logrado cambiar su rutina diaria, extremar sus horarios laborales, armarse para defenderse y desestabilizado a sus familias...Que bien caían las buenas noticias.
-Noticias de gran gozo- Sin dudas que estos pastores por todas las situaciones dichas arriba, tenían motivos de tristeza y la navidad en Colombia a pesar de las luces, el colorido y la natilla bogotana, es también ocasión para la tristeza. No es la simple melancolía navideña, que pudiera tener magnitudes y variables psicológicas, o no. Ni siquiera, pienso, es cosa de desigualdad económica. No es tan relevante que en la casa de Rufino se comieran un lechón, mientras que en la de Virgilio no hubo ni pa un chicharrón; la carencia del gozo está muy ligada a la falta de buenas noticias para la gente. Se puede ser pobre inclusive, pero, si las noticias traen esperanza, el pobre se alegrará y la alegría del pobre le llevará lejos. Colombia ya no puede cambiar el pasado que está lleno de dolor y desgracia; pero, se le puede llevar buena noticia a quien sufre y esto generará alegría y Colombia será una tierra feliz.
-Para todo el pueblo- ¿Ángeles socialistas? ¡¡No!! No traían boinas rojas ni nada de eso; pero, traían una gran expectativa. El Salvador que venía recibía a todos por igual, no haría acepciones por cuestiones de raza, credo, partido político, sexo o condición social. El mismo era un rey naciendo en un establo. Dentro de un pueblo despreciado y dominado por unas bases militares romanas. De una jovencita que no quiso abortar. Hijo de un varón de racamandaca que tuvo sus dudas al principio. Ese era el Salvador perfecto para todo el pueblo. El puede salvar al empresario que teme la quiebra, al periodista amenazado, al drogadicto y la prostituta, al obrero y al político desamparado.
Porque ha nacido hoy, un Salvador que es Cristo y Señor.( Lucas. 2:10)


Agradecimientos a Don Eliseo Vila, gestor de esta idea.

3 comentarios:

Erik Torres dijo...

Hermano, los acontecimientos sociales en México y Colombia se parecen mucho en aquellas cuestiones del temor y el sufrimiento, 1. Hemos tenido 70 años de oscurantismo político; 2. Crisis financieras nacionales, resultado de la mala administración de los recursos económicos (precisamente por parte de los políticos); 3. Actualmente, un punto a favor, se está restableciendo la economía a pesar de la situación mundial, gracias a Dios, sin embargo se ha desatado una guerra (en su sentido literal) entre el gobierno y los cárteles envenenadores de jóvenes y niños, y de cualquier edad, basta que esté dispuesto a envenenar su sangre a cambio de unos momentos de falsa felicidad, ¡se están matando a balazos y se llevan entre las patas a ciudadanos y niños inocentes!
Esas son cosas que sería mejor ignorarlas, esperar tranquilos el natural proceso de perdida de la capacidad de asombro, que se vuelvan naturales en nuestra vida, pero nuestros principios y la conciencia de que todos formamos parte de este país nos hacen tomar las "armas de la paz" (permítaseme usar esta frase cursi y trillada) para hacer algo por nuestra preciosa nación que Dios nos dio. Esto es una enfermedad mundial y no solamente de un país, la cual sólo puede extinguirse con esta "panacea" que los científicos antiguos tanto buscaron y no supieron identificar: "El Evangelio" nuestro Evangelio, que es la noticia de la venida del salvador de la humanidad: Jesucristo.
Bendiciones.

Iván Castro Rodelo dijo...

Tienes mucha razón

Domingo Acuña Yime dijo...

Ojala esta reflexión surta en otras personas el efecto que surtió en mi al leerla y escucharla de labios del autor, como bien dijiste en ese estilo muy caribeño, escuchar un "no temas" de parte del Señor en un contexto inundado de notocias negativas le hace sentir a uno "una vaina poderosa" que lo llena de fe, optimismo y esperanza en el presente y el futuro. Nuestar nación bnecesita escuchar más el NO TEMAS de parte de Dios y escuchar menos las predicciones negativas hechas por los "expertos" (en notocias negativas).

UN ALTAR EN EL HOGAR