sábado, 6 de febrero de 2010

La vida cristiana comienza sentados

Dios quiere compartir con nosotros su punto de vista sobre la vida. Por ello nos ha sentado con Cristo, en lugares celestiales. (Efesios.2:6)Quiere enseñarnos a ver la vida con sus oportunidades y adversidades desde arriba.Quiere lograr que nuestro sistema de valores sea el del Reino de los cielos y no el de esta tierra. Jesús logró este cambio en la vida de sus discípulos; les enseño a dar, a no pagar mal por mal, a no responder los agravios y a perdonar.

Estar arriba también indica una posición ventajosa, porque, a veces la gravedad de las cosas depende mucho del punto desde donde se mira. No es lo mismo estar bajo la tormenta que volar por encima de ella, como hacen las águilas.Estar arriba siempre es mas ventajoso.

Lo mejor de -sentados en lugares celestiales- es que estamos con Cristo y compartimos una total identidad con él. Hemos muerto con él, pero, también hemos resucitado con él y ahora estamos sentados con él.

Se puede decir de los cristianos que somos como estrellas:
1. Parecemos cercanos, pero, somos de muy lejos.Aunque nuestro cuerpo está aquí en la tierra, a vista de todos; nuestros corazones, pensamientos, planes y futuro, son del cielo.Hasta nuestro verdadero nombre está inscrito en los cielos.
2. Brillamos en la oscuridad.Mientras más oscura es la noche, más se desata el brillo de las estrellas y los hijos de Dios estamos llamados a alumbrar en la oscuridad de este mundo.
3. Siempre están allí. A veces las tardes deciden convertirse en lluvia que se prolonga hasta la noche y se oculta el brillo de las estrellas, pero, ellas vuelven a brillar finalmente, porque, una estrella es fe perenne en la luz. Una tormenta no puede apagarla y un discípulo de Cristo es una persona de fe que tampoco apagan las tormentas de la vida.
4. Cuando sale el sol, desaparecen. Si algun cristiano tiene algo de brillo, debe aprender a rendirlo ante el espelendor de Jesucristo.Si recibimos un poco de gloria, debemos humillarnos ante la súper gloria de Cristo. Ya es hora de sustraerle peso a nuestra figura y esquivar la prepotencia, pues quien se humilla ante el Señor, será exaltado.

Finalmente, estar sentados con Cristo, indica que debe invadirnos la tranquilidad espiritual, el reposo. Nada nos puede dañar estando allí. Nosotros y todo lo nuestro están seguros. Si llegaren tormentas o el dolor o pruebas; nada de eso nos puede separar del amor de Cristo. Nada puede cambiarnos el corazón de posición. Seguimos sentados con Cristo, Dios está en control y nos asegura la victoria.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Praise God, We are indeed seated in heavenly places with Christ Jesus, may God grant me the grace to take my eyes off of earthly things and set them on our Blessed Savior... I believe Lord, Help my unbelief..

UN ALTAR EN EL HOGAR